Aquella Casita

 

Justo cuando él estaba viendo la magnitud del robo con sus propios ojos , y estaba ahí, pisando su casa, sintiendo que se vino abajo, sucia, inhabitable, destruida por el agua que se coló por el techo que nunca se reparó… ahí, cuando él, en conversaciones agridulces medianamente nos dejaba saber lo que se habían llevado, lo que habían destruido, el descuido que habían dejado tras usar repetidamente su taller de mecánica y sus herramientas, en ese justo momento alguien me preguntó por qué mi hermana y yo no hicimos nada para evitar todo ese desastre, si ya teníamos advertencia de lo que estaba pasando.

Ya aquí todos sabíamos que las camionetas de mi papá estaban siendo destruidas, que el carro de mi mamá lo usaron para ir a la playa, que su taller parecía pocilga. Las personas del pueblo vieron cómo hasta la lavadora de mi papá era sacada de la casa, una nevera nueva, una bicicleta sin uso en su envoltorio original, y ni hablar de todos los materiales que, un señor que desde los 15 años ha trabajado mecánica y que levantó su negocio desde cero haciéndose con equipos importados, adaptados, algunos fabricados por él; un señor tan meticuloso y resolutivo, con una peculiar forma de trabajar que para él todo ha de tener un orden, y cada pieza, cada cosa tiene un valor significativo y por eso, todo lo termina solucionando. Recuerdo que mi hija de pequeña decía que él era el hombre más inteligente del mundo, y yo así lo creo.

Dentro de mí siempre ha habido una dicotomía porque mi preocupación es “el hoy y el mañana”, y siempre quise e insté a que esa casa y todo lo material, fuera un activo que permitiera a mis padres tener un futuro mejor, en un país en donde la calidad de vida y su bienestar estuviese más cerca.

Quizás ese modo de pensar se apoderó de mí con más fuerzas ese primero de enero que, con el diagnóstico de autismo de mi hijo pequeño recién asumido y un matrimonio roto, no me quedó vestigio de dudas que iba a criar a mis dos hijos sola. A veces, los diagnósticos retadores le quedan grande a algunos.

Tenía que buscar un país en donde la discapacidad y las condiciones de vulnerabilidad social fueran mejor atendidas. Sí, ese enero fue el más difícil de mi vida; tres duelos juntos y tener que decidir entre dejar a mi padre solo en un país que me resultó aterrador, o atender la sensación que invadía todo mi ser y me empujaba hacia la huida para velar por el bienestar de mis hijos.

Fue ahí en donde mi papá sintió la soledad. En su casa, en su país. Le quedó inmenso. Su mujer, sus dos hijas y sus dos nietos estaban al otro lado del océano. Y sé que lloró. ¿Quién no lloraría sumido en esas ausencias y en esa impotencia? Toda una vida trabajando, viviendo por el camino del bien, siendo buena persona y enseñándole a sus hijas buenos valores, para una noche verte apagando las luces sin nadie más en aquella casa. Y así noche tras noche…

Pero él vino. ¡Dios, que reencuentro! Mi papá con quien he estado toda mi vida. Lo abracé y lloré tanto, tanto, tan privada en llanto que tuve que irme a la cama a seguir llorando porque no era capaz de parar. Me imagino que así se sentirán los hijos que añoran y se reencuentran con sus padres, porque así lo sentí yo, pero yo soy tremendamente afortunada de tenerle a él.

Luego, arropado por la familia que le ama, él se quedó en un país que no era el suyo, en una casa que no era la suya, sin sus amigos, sin sus matas, sin sus perros, sin sus morrocoyes, sin sus vecinos, sin su negocio, sin sus camionetas que como él ha llegado a decir, eran parte de su propia esencia. 

Él decidió quedarse y aunque me pesa demasiado decirlo, y le he rogado a Dios mil veces  porque esa situación no fuese así, se quedó porque vio que su nieto tiene bastante necesidad de apoyo y que su discapacidad es compleja, se quedó por mí, y realmente no me hace sentir nada bien saberlo, no. Son de esas injusticias de la vida que no termino de entender, porque él es el abuelo, y sostener a mi hijo le corresponde a un padre que por decisión consciente y voluntaria está ausente.

Mi papá se quedó aún sabiendo que su hermano le estaba robando, que su hermano estaba destruyendo sus camionetas, que su hermano era un descuidado. Pero mi papá siempre ha sido noble. 

Yo recuerdo cuando mi tío tuvo ese gravísimo accidente, ver a mi papá parado observando fijo hacia la autopista desde su taller y de repente recibir una llamada y decir en voz alta: ¿FUE ÉL? Y agarró su camioneta gris y salió a mil disparado hacia el sitio.

Luego, también recuerdo la paciencia única de mi papá acompañando a mi tío en su recuperación. Es ahí en donde la entramada se vuelve más cruel, ¿no crees? ¿cómo, si tu hermano mayor te confía las llaves de su casa, tú le robas así? Y sí, sigo insistiendo que fue robo, porque si mi padre falló y no le dijo a mi tío que le iba a pagar por cuidar, mantener, o limpiar, o lo que fuera, aquella casa, pues no te lleves sus cosas, déjalas ahí, mi padre no te debe nada, la vida no te debe nada…

Hubo confrontaciones, por su puesto, pero quien conoce a mi padre sabe que es un hombre pacifico, y algunos coincidirán conmigo que tal vez por esa razón es que sucedió lo que sucedió. Por esa razón fue que su taller se quedó sin herramientas costosas, y dentro de la casa ya no están los libros de cuento de mi hermana, la olla de presión de marca importante de mi madre, y hasta unos cojines de navidad totalmente inconfundibles que hizo la hermana mayor de mi papá, y que además, yo misma vi como descaradamente adornaban la sala de mi tío en una foto que se tomó y publicó su mujer, que de ella poco se habla, pero que para mí fue cómplice silente y fragante autora en este debacle familiar.

Se escucharon argumentos tan insostenibles como que otra persona que iba por encomienda de mi madre a buscar cosas puntuales, y que, además en todo momento fue bajo los ojos y el apuro constante y agresivo de mi tío, había sido el que se había llevado, en su mochila, cosas como por ejemplo la Wii o el hidrojet, o los modem de internet, y así, una lista de sin sentidos que voy recopilando en mi memoria. Una burla a la inteligencia, o mejor dicho, ahí es donde se mide la inteligencia de quienes fraguan esas tristes y débiles excusas para tales vilezas humanas.

Otro argumento de esos de los que huelen a culpa y de los que te vas contando mil veces para tener un discurso elocuente qué decirle hasta a quien no te ha preguntado, es que mi padre debió dejar INVENTARIADA la casa al entregar las llaves, y que ahora no tenía derecho a reclamar nada.

También hubo alguien que dijo con un tono de rabia y desdén: -Sí; yo si usé esa camioneta, pero le compré cauchos, batería y qué sé yo qué más dijo… ahora contesto yo con unas preguntas que hasta me parecen ridículas: ¿qué tal si no la hubieras usado y no hubieras tenido que comprarle nada? ¿O si hubieras mandado un mensaje pidiendo permiso por lo menos? Es que estamos en la era de la comunicación, ¿sabes? y mandar un mensaje hubiera resultado muy sencillo.

 ¡Ah! no olvidemos el colmo del cinismo, cuando mi tío le dijo a mi papá: - Méteme preso pues- ¡Que inmoral y triste, que falta de respeto! Pero los valores resultan tan caros, que no son apreciables para cualquiera. Y así se cumplen ciclos, porque los hijos son continuaciones de sus padres, y se dice que se peca de pensamiento, palabra, obra y OMISIÓN.

Mi papá tardó en enfrentarse a este problema, es verdad. Las señales estaban ahí. Ya tenía tiempo sucediendo, pero he entendido que en la vida, enfrentarse a los problemas y a una realidad así cara a cara, ameritó mucha meditación de su parte, le llevó su preparación, tuvo que responderse las preguntas necesarias que le hicieron estar seguro de lo que iba a hacer, necesitó estar bien emocional, mental y hasta económicamente después de una pandemia y de haberse venido sin nada, sólo con su talento y sus virtudes, a un país totalmente nuevo en donde tenía una hija y un nieto que lo necesitaban en lugar de poder tenderle una mano. Mi papá ha demostrado que lo que se aprende siempre se lleva consigo a cualquier lugar, y que los talentos bien pulidos abren caminos, porque aquí ya tiene labrado un buen presente. Tremendo ejemplo para cualquiera. ¡Bravo papi!

Y aun así cuando fue el momento emprendió el viaje del héroe para ver de frente con quien contaba y con quien no. Para sentir el apoyo de su familia de sangre y de amistad, para comer sus frutas preferidas, para visitar uno a uno aquellos afectos que lleva en su corazón, pero también tuvo que, por necesidad, pedir prestadas herramientas y “empujones” a muchas personas que en esas tres semanas le ayudaron a poner un poco de orden ante tanto caos. La ironía mayor fue que encontró que su casa no pudo recibirlo. No, no pude dormir en su cama; la realidad que vieron sus ojos fue mucho peor de lo que esperaba.

¿Por qué no hice nada? Dios, pido perdón. No sé qué podría haber hecho. Creo que ahora es que me toca seguir construyendo con todos los retos que tengo por delante. Y si, sigo pegada a Dios, pidiéndole, porque no la tengo nada fácil, y aun así, Dios sabe que sigo.

Yo quiero ahora es colocar un cartel que diga "La Casita" en este país. Es lo que yo sueño, pero esos son mis sueños.

Las lecciones aprendidas son muchas, cada quien verá lo sucedido desde los ojos de su corazón.



 


Artesana

Un día alguien me envió por whatsapp la oración de los artesanos, y sentí un cosquilleo en la tripa porque creo que hasta ese entonces no me había reconocido como una verdadera artesana. Quizás porque las manualidades siempre han sido mi pasión, pero no las protagonistas de mi vida. Esto es como contar la eterna lucha entre la pasión y la razón, entre el corazón y la mente que muchas veces no se ponen de acuerdo.

Sé que algunos manualistas o artesanos se sentirán identificados conmigo, porque también sé, que vivir y lucrarse de la artesanía muchas veces no resulta sostenible ni viable, ya que hay que contar, no sólo con la aptitud manual y el talento que te apasiona, sino además con una mínima capacidad administrativa que te permita autogestionarte, y el mercado debe ser amigable para que tu producto sea acogido con apreciación.

Las manualidades y artesanías fueron reemplazadas en precio y muchas veces en rendimiento y calidad por las marcas industrializadas que comercializan a gran escala y que cuentan con artilugios de marketing y publicidad, por lo que la venta de productos artesanales va dirigido a un mercado particular de personas que valoran lo "hecho a mano" y que saben que al comprar un artículo a un artesano, están comprando su tiempo, su pasión y su dedicación.

De pequeña soñaba con tener una tienda en donde vendiera materiales de manualidades. Creo que estaría tan extasiada todo el día que viviría flipando en colores como dicen los chicos. Soy de las personas que les ha repetido a una decena de personas que los sueños son para cumplirse, y que si no es hoy, que será mañana. Sé que en el trayecto, seguiré haciendo manualidades y disfrutando tanto crear con mis manos lo que mi imaginación le canta.

Aquí les dejo fotos que le he tomado a algunas de las cosas que he hecho, pero también les invito a pasearse por mi cuenta en instagram, que ahí podrán conocer también un poco más acerca de mí y mi familia. Mi dirección es @nadialucia13





























Autismo en familia

Por cosas de la vida, haciendo limpieza de mis documentos encontré este artículo que escribí antes de que Elián naciera; Luciana no había cumplido los dos añitos. 

Hoy somos Luciana y yo las que estamos bendecidas por tener la oportunidad de aprender lo que nos toca aprender de la mano de nuestro pequeño maestro Elián. Luciana es una niña amorosa que cuida a su hermano, y yo soy una mamá gallina que la protege a ella y a él, y vela porque ella también se sienta tranquila con este reto que nos planteó papá Dios y del que estamos disfrutando. 

Elián es un niño cariñoso y juguetón. Como cualquier hermano menor tiende a liarle un poco las cosas a Luciana. 

Nuestra noble familia... Todos aprendiendo al lado de Elián.



La nobleza de una familia! 

De la misma forma en que celebramos la llegada de un nuevo miembro con orgullo y regocijo, acompañamos a un familiar cuando se encuentra en problemas o necesita nuestra atención, porque tenemos la dicha de pertenecer… Eso es la familia.

Cuando alguien especial viene a nuestras vidas es porque generosamente nos quiere regalar a través de su nobleza, las enseñanzas más significativas e importantes, vienen a fortalecernos como personas, viene a acercarnos a Dios y a cada detalle del mundo entero.

Hace poco leí en un correo una metáfora de una madre que le enseñaba a su hija que muchas veces creemos que las cosas que nos pasan son simplemente malas, desagradables e injustas, pero todas tienen una razón de ser, un por qué y coincidimos en que son lecciones que nos ayudan a ser mejor.

La hija llegó molesta a su casa y le dijo a su madre que no era justo todo lo malo que le estaba pasando. Su mamá con la calma de su experiencia, invitó a su hija a preparar una torta con ella. La mamá agarró el paquete de harina y le dijo a su hija: - come.-

La hija sorprendida le dijo a su mamá que era imposible que se comiera esa harina cruda!.
La mamá rompió los huevos y de igual manera le dijo a su hija con dulzura que los probara, a lo que obtuvo la misma respuesta: -¡mamá!, ¿qué te pasa? ¿Cómo quieres que me coma esos huevos crudos? Deben saber horribles y eso es muy desagradable.

Después de un tiempo, finalmente salió la torta del horno y cuando la hija gustosa probó de este postre que con mucho cariño hicieron entre las dos, la mamá le dijo:  -muchas veces las cosas que nos parecen desagradables se unen en la experiencia de nuestras vidas y al final todo te sabe bien, te sientes bien y tienes un rico pastel de lo que antes llamabas cosas “horribles y desagradables”.

Es normal y totalmente válido que sintamos desasosiego cuando las cosas no son como nosotros lo esperamos. Es normal sentir rabia, dolor, culpa, angustia, desesperación, frustración, DUELO, por algo que quisiéramos cambiar y que no está en nuestras manos.

Pero afortunadamente estos sentimientos no son eternos, y la dicha y la felicidad son más poderosos y persistentes, y el amor que sentimos por nuestros familiares lo supera todo haciendo que nos pongamos al ruedo y “manos a la obra”: a trabajar por mejorar, por ayudar, por ser feliz, por disfrutar, y terminamos entregando lo mejor de cada uno de nosotros por que así sea.

Asumir un diagnostico de un hijo con autismo no es nada sencillo, y afortunadamente, para quienes así lo buscan, existen grupos de apoyo, información en Internet, existen mayor número de especialistas, mejores exámenes y mayores oportunidades para las personas con esta condición y para sus familiares.

Buscar y aceptar la ayuda es muy importante, porque este cambio en nuestras vidas muchas veces ocurre cuando nosotros tenemos completo desconocimiento de lo que significa esta condición, del impacto en la familia, de los tratamientos, de las terapias que se pueden realizar, de todo lo que una persona con autismo puede llegar a ser y a tener.

Te cuento que TÚ no eres el único que te sientes mal por la diversidad, intensidad y la contradicción de los sentimientos que tienes respecto a tu hijo autista y a toda la situación que estás viviendo.

Seguro si buscas manos amigas las encontrarás. El mundo es muy grande y generoso, así que seguramente encontrarás tu libro abierto, un corazón lleno de amor, otro padre con la experiencia y la comprensión de lo que tú en este momento estas sintiendo… Sólo busca, con paciencia y mucha perseverancia, que sí vale la pena!

El autismo, más que una condición de alguien en particular es la condición de toda la familia… Todos estamos ahí, todos debemos ver, todos debemos aprender, y seguramente consciente o inconscientemente así será.

Los papás de los niños autistas son padres al mil por ciento, son padres PRESENTES, porque están a cada paso y a cada progreso de sus hijos participando de ello activamente, cosas que los otros padres muchas veces nos perdemos, por el trabajo, por las obligaciones, por el día a día.

 - Las parejas; papá y mamá aprenden a apoyarse, a desahogarse, a entenderse y comparten las tareas; ese es el ideal, así que a poner el corazón en nuestra relación, que aunque pasemos duras pruebas, juntos podemos más que si estuviéramos sólo y el amor nos fortalece.

- A los hermanos de personas autistas, que Dios les dé mucha paciencia, amor y comprensión. Entiendan que papá y mamá están con ustedes, y que los aman de igual forma.

Somos una familia noble especial, porque lo difícil lo llevamos con tolerancia y amor.

Muchos han logrado sobreponerse y salir adelante, y sus experiencias ayudan a otros a enfrentar el monstruo de lo desconocido, y se vuelven tan experto, que lo convierten en una dulce mascota. El desconocimiento pasó de ser algo aterrador a algo que nos regala su compañía, nos divierte y amorosamente aprendemos a llevar ese “no saber” como la oportunidad de aprender algo nuevo todo los días.


Emigrar. Hallaremos nuevo queso!

Una fábula que tuvo mucho éxito, narraba la historia de dos ratoncitos y dos personas que trabajaban en un lugar apilando queso, hasta que un día, sin darse cuenta de cómo ocurrió, el queso se desapareció. Entonces los ratoncitos comenzaron a correr en búsqueda de un lugar que les proporcionara "ese queso" que ya no tenían ahí. Los hombres tardaron mucho tiempo entre lamentaciones, preguntas y falsas esperanzas. Todos los días deseaban que volviera el queso a su lugar.

Hasta que finalmente uno de los hombresitos decide calzarse las zapatillas deportivas y lanzarse al laberinto en búsqueda de un nuevo queso, porque entendió que es su responsabilidad moverse; fue proactivo y aceptó que su vida cambió, fluyó con el cambio, y se adentró en lo desconocido, contando con todos sus recursos y habilidades, valiéndose de su propio potencial para automotivarse, hasta que finalmente encontró otra montaña enorme de queso.

Seguramente que ya habías leído esta fábula. Se convirtió en un cliché referente al cambio y a la resistencia que nos ocasiona cambiar.

Siempre he pensado que la vida te presenta oportunidades para que seas tú quien decidas las dosis amigables de cambio, y puedas hacerlo de forma paulatina, fluyendo. Sin embargo, cundo nos resistimos a cambiar, parece que la misma vida nos destornilla los pies y nos sacude.

Siempre hablé de emigrar como una gran ilusión para mí. Me apasionaba la idea de encontrar un lugar en donde yo sintiera muchas más oportunidades para mi propio bienestar y el de mis hijos. 



Siempre decía: tu bienestar es tu responsabilidad, muévete, búscala en cualquier parte de este maravilloso mundo. Sabía que era el mismo aire, la misma luna, un mar extenso, una tierra próspera en diversidad y un sol de abundancia que lleva luz a cada rincón del planeta.

Mi abuela materna fue aguerrida y valiente, y emprendió un viaje hacia nuevas tierras para poder ofrecerle seguridad a su familia. Hoy me tocó a mi, y me siento orgullosa de comenzar esta búsqueda con madurez y un enfoque positivo, diciéndole a mis dos hijos; todo está bien, hallaremos un nuevo queso. Esto lo digo completamente convencida de que así será.

Sí; los últimos días que pasé en Venezuela fueron de mucho dolor. El apego, las despedidas, decidir qué traerme y qué no, recorrer los lugares en donde compartiste con familiares y amigos y pensar que por mucho tiempo eso cambiará, y por su puesto, la incertidumbre, son banderas que hondean ante esta decisión.

Logré estar hoy aquí, gracias al apoyo de personas muy valiosas y de buen corazón, que me acompañaron en ese proceso de cierre. 

Y estoy completamente agradecida con Dios por la oportunidad de poder construir mi futuro y el de mis hijos en un lugar risueño, alegre, vivaz, llamado España, en donde nació mi abuela Lucía.

Qué comer en época de CRISIS!

-Tengo miedo de no tener qué darles de comer a mis hijos...

Hace pocas semanas empecé a recibir en mi teléfono mensajes de desesperanza de varias amigas muy cercanas. Como que se pusieron de acuerdo, y ni si quiera se conocen. 

No recuerdo qué pasó en particular, que hiciera que el tema de conversación fuese "Qué carrizo preparo de comer". Algo adicional debe haber pasado...

Salir a comprar -el día que te toca- se volvió una verdadera tortura, porque de semana en semana, no sólo aumentan los precios, sino que cada vez son más los productos que dejan los anaqueles; aquellos productos en los que nosotros basábamos nuestra alimentación.

Pero decir esto es decirles algo que ya ustedes conocen, así que les cuento qué ocurrió.

Los que me conocen saben que siempre he tenido especial interés por la buena alimentación como vía directa hacia la salud y el bienestar... Cosa que si nos hizo un reto.

Pero bueno, buscando alguna respuesta proactiva y resiliente ante todo esto, lo que he hecho es averiguar acerca de los nutrientes esenciales, y cómo podemos sustituirlos de alguna manera, para tratar en lo posible de acercarnos a una alimentación "adecuada".

Nuestros hijos necesitan hoy más que nunca de nuestra astucia, inteligencia y perseverancia.

Pero no es fácil, lo confieso. Primero porque muchas de nosotras, y hablo con plena propiedad, nos defendíamos con las harina de trigo y de maíz, con las pasta y el arroz, y por su puesto, con los lácteos. O sea, ¿cómo se hace pues?

Lo cierto es que ahora más que nunca debemos explorar nuevas opciones, y esas alternativas deben, por si fuera poco, cumplir tres requisitos fundamentales: el primero es el precio; segundo, que sean nutritivos realmente; y el tercero es que se encuentre disponible en los mercados venezolanos.

Entonces, en base a esos tres requisitos he diseñado un encuentro práctico, para que compartamos una tarde y les pueda contar cómo sustituir alimentos, pensando en sus nutrientes, y pueda ofrecerles recetas prácticas, además de un formulario que nos permita diseñar nuestro menú mensual en base a nuestros ingresos, y pensando en cómo cubrir nuestros requisitos alimenticios.



Este taller está diseñado para que te llenes de soluciones y aprendas a buscarlas por tu propia cuenta.

Es sumamente económico, por lo que espero que puedas confirmar tu asistencia.


Ayudar a otros primero

Empiezo yo!!!

... Creo en la capacidad humana de ayudar a los demás cuando tienen la posibilidad. Creo en el altruismo, creo en la bondad, creo en la satisfacción de hacer el bien y mantenerte con valores firmes que sirven de guía ante las dificultades, y creo en la mano amiga que te da soporte cuando lo necesitas.

Hace poco, entre plegarias y preocupación, se me ocurrió una idea para construir el futuro que quiero para mí y para mis hijos, pero confieso que si me ponía a pensar un poquito más, terminaría por desistir, por lo difícil que se plantea el panorama, y el pocotón de pasos que hay que dar para alcanzar "esa solución", que por su puesto, también implica riesgo...
Entonces decidí quedarme con el modo "esperanza" activado, y comencé una cruzada pidiendo ayuda; pidiendo apoyo a personas que no me conocen y que yo tampoco conozco, confiada en Dios y en la capacidad del ser humano, de ayudar y asumir el reto de tocar la vida de otros.


Pero me quedé con una inquietud, pensando y preguntándome ¿Estaría yo dispuesta a ayudar a otros? ¿Estaría yo dispuesta a hacer por otros lo que pido para mí?
Está difícil esa pregunta ¿verdad?
Entonces se me ocurrió algo que tenía tiempo pensando... Yo no sé si lo que escribo o lo que hago de Balanza para la Balanza habrá ayudado legítimamente a alguien; no puedo ser arrogante para suponer, lejos de las estrategias de marketing, que he cambiado en algo los pensamientos de quienes han pasado por el grupo de "Un café por balanza", o han leído algunos de mis escritos.
Pero sí sé con firmeza que hay muchas personas que necesitamos afianzar nuestra decisión de cuidar de nuestra salud, y valorar nuestro cuerpo, y que aunque sea difícil y cuesta arriba el camino, debemos seguir cada día construyendo nuestro bienestar y escuchando a nuestro corazón.
Entonces empiezo yo primero...
Les invito a seguir una página que cree en facebook, para que más personas puedan encontrar lo que escribo acerca del bienestar y ahora, también acerca de la fibromialgia.
Escriban en el buscador de su facebook Nadialucia13 y acompáñenme en esta nueva aventura, donde comparto todo lo que sé y vaya aprendiendo de este asunto de la vida, porque decidí que si quiero ayuda de almas nobles, soy yo la que debo dar el primer paso y marcar la diferencia.

https://www.facebook.com/nadialucia13balanza



Duele

Hoy pensé: - ¿Cómo un paciente con fibromialgia no se va a deprimir?

Cuando he leído las publicaciones en redes sociales de algunos pacientes con fibromialgia, son desalentadoras y más bien me bajan los ánimos, porque para mí, es conectarse con lo que te pasa directamente; es leer en letras de otros, exactamente lo que tú sientes, y si aún no lo has sentido, capaz terminas sugestionado pensando que te va a dar esa parte, de los millones de síntomas y dolencias asociados con esta enfermedad.

Así que si eres paciente con fibromialgia, NO LEAS ESTO, que el objetivo de este post es que la persona que no la tenga, respete, entienda, y apoye con empatía a quien sí lo tiene. Lo que sí es muy bueno que hagas, es que lo reenvíes a las personas que tú quieres que sepan más acerca de lo que sentimos.

Me he negado a publicar cada vez que me siento mal, pero sí se que un paciente con fibromialgia termina con un círculo de amistades muy, muy, muy reducido, porque quien carrizo entiende que, viéndote en perfectas condiciones por fuera, digas que te duele, que estas cansada, que estás triste, que no tienes ánimo, etc. etc. etc.

Esta semana por ejemplo (una sola semana) un día me dolían los brazos porque “iba a llover” y el frío hacía que me doliera… ¿Puedes creerlo? – NO-

Luego, una noche no podía dormir porque estaba nerviosa y tuve que tomarme la pastilla para dormir COMPLETA, y al día siguiente amanecí con toda la boca rota. ¿Se te ha roto alguna vez la boca por dentro? Duele mucho. Ahora imagina que a ese dolor de ese rotico en la boca, le subes el volumen a mil, porque resulta que a los pacientes con fibromialgia nos duele todo un poco más…

Al día siguiente no podía caminar del cansancio; y a las 12 del día yo pensaba: -Dios mío, parece que estoy caminando dormida. A eso se le sumó la preocupación de atrasarme en los deberes.

Hoy, amanecí con dolor de cuello. Me tomé uno de los medicamentos que me recetaron para el dolor, pero para mí que eso es aserrín, porque siempre que me tomo ese medicamento, el dolor se me viene quitando casi a las 8 horas después, jejejeje. No lo recomiendo… pero resulta que el paciente con fibromialgia NO PUEDE TOMAR CUALQUIER ANALGÉSICO, así que cuando puedo aguantar un poquito, hago caso al médico.

En un documental que vi acerca de la fibromialgia, había una paciente que decía que ir a trabajar era demasiado complicado para ella. Aparecían informes médicos donde decía que la señora tenía depresión grave. Ella contaba que entrar en el  tren la aturdía, y que se sentía avergonzada porque sus compañeros de trabajo le llegaron a decir que le había dado “la enfermedad de las vagas”.

Cuando yo escuché eso, se me vino a la mente la grosería más grande del mundo entero, y no creo que mi boca pueda pronunciarla sin sulfurarse o hacer corto circuito. &=%$”!)=(M&%·”!”$/·”!!”2LN

Otra señora dijo: -“Me duele COÑO”.



Nada más cierto.

Esa otra señora decía que su médico le dijo que esa enfermedad era como nacer feo, que de tanto verte al espejo te acostumbras… y sí; así es… yo no digo todos los días cuando me duele algo; no, todos los días para mí son lo mismo… a menos que el dolor sea muy fuerte y deba pedir ayuda.

Un paciente con fibromialgia debe tener tratamiento multidisciplinario. Definitivamente!!!!

¿Que sí, deprime? ¿Quién carajo no se va a deprimir?

Por eso la autocomprensión y el autorespeto debe ser la premisa con la que te levantes en las mañanas, o a la hora que te puedas levantar…

Es importante que siempre te respetes, y que te hagas respetar. Si alguien dice que eres “vaga” cuéntamelo y yo te digo qué grosería fue la que se me ocurrió a mí como respuesta-

Y si tú no tienes esta enfermedad, cada vez que tengas un dolor de cuello, o que no puedas tan sólo conciliar el sueño, tengas la cabeza a mil por horas y sientas que la ansiedad te vuelve loco(a), imagínate por un momento vivir con eso todos los días por el resto de tu vida. Así que por el amor a Dios, ten empatía, respeto y compasión.


Escribe abajo tu comentario de aliento, que si por casualidad alguna persona con fibromialgia si terminó leyendo este artículo, le gustará saber que hay personas que le entienden.